El noise no es para todos
- ramirokestler
- 2 sept 2018
- 2 Min. de lectura
Un día estaba divagando por internet tratando de encontrar música rara.
Hasta que me tome en las recomendaciones de youtube
con un disco titulado "Hanatarash 3" por el artista japones Hanatarash.
Fue ese momento cuando le encontré gusto
al noise un género que no es para todos.
Todo esto comenzó Luis Russolo, con sus máquinas de ruidos,
y la creación del Manifiesto Futurista titulado "L'Arte dei Rumori".
Consistía en sonidos generados por instrumentos industriales
y maquinaría construida por el mismo Russolo.
Esto fue los inicios del noise en el mundo.

Hoy en día se conocen muchos proyectos de noise al rededor del mundo,
incluyendo a mi país Guatemala y estos se pueden contar con los dedos de una mano.
Pero en especial esta Japón donde ese género pego tanto que ellos
no tienen un subgénero, ellos destacan por tener el noise
como una etiqueta regional, el "Japanoise" así como podemos mencionar
"Música Latina" que es para abarcar géneros que se escuchan en toda latinoamérica.
Uno de los artistas mas destacados del mundo se encuentran en Japón.
Por ejemplo, tenemos a Masami mejor conocido como Merzbow.
Él es un creador de hash noise con trabajos muy interesantes como
Aqua Necromancer (1998) y Merzbeat (2002).

También podemos encontrar otros exponentes del noise
como el proyecto Pharmakon de la artista estadounidense Margaret Chardiet.
Este proyecto es noise industrial un subgénero consumible para algunas personas.
En el arte de sus trabajos podemos encontrar bastante exótico y llamativo.
Este es un género bastante rechazado por muchas personas
ya que la mayoría de la gente esperan música virtuosa y épica.
No se han dado cuenta que este es un género anti-música
que busca crear distintos ambientes con ayuda del ruido.
Para hablar de los ambientes tenemos al artista Keiji Haino,
él busca crear atmósferas experimentales con ayuda del noise.
Lo más llamativo de una presentación de noise es el performance
que el artista realiza en el escenario.
Regresamos a Hanatarash, donde su performance
se basaba en la destrucción en vivo del lugar y de sus objetos personales.
Llegó al punto en el que él hacía firmar un documento
a todos los asistentes que se hicieran responsables de posibles daños a su persona.
En conclusión, el noise es un género que no es para todos los oídos.
Se debe escuchar con la mente abierta y tener amplio criterio.
Puede que nunca lo llegues a consumir y lo odies.
Pero eso te puede llegar hasta pasar con The Beatles.
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